Nuestra referencia fundamental es una visión cristiana de la persona, de la vida y del mundo. En ella nos inspiramos para fijar los criterios educativos, los objetivos finales y las principales actitudes que deseamos conseguir, tales como:
- La libertad y el respeto hacia los demás.
- La responsabilidad y la autonomía personal.
- La acogida y la aceptación mutua.
- La capacidad de vivir con alegría, abiertos a los valores religiosos y trascendentes que den un sentido más profundo a la existencia.
- La solidaridad y el servicio a los demás.
- La justicia y la sensibilidad hacia los más necesitados.
- El compromiso personal y colectivo para la transformación de la sociedad desde las exigencias del mensaje más profundamente humano y cristiano.